domingo, 7 de julio de 2013

La búsqueda

Ya no escribo como entonces.
No sé qué ha pasado en mi interior
que algo me falta, no sé el qué,
perdido entre versos que abandoné.

Las palabras ya no salen,
está sellado el sentimiento.
No entiendo el por qué, ni cuándo, ni cómo, ni quién
ha sido culpable de tan terrible tormento.

No me di cuenta, y ahora mírame.
Con la mirada perdida sobre el blanco del papel
y el pensamiento vagando entre laberintos
que ni si quiera pertenecen al pasado.

Y yo perdido en ellos sin saber bien qué sucede.
Pensaba que no volvería a caer (¡iluso de mí!).
Que la coraza que vestía era indestructible.
Pero todo ha sido una ilusión, un montaje al parecer.

Debo encontrar de nuevo el camino,
el sendero que me lleve a todo aquello que escribo.
Las sensaciones que me abordan, encontrarlas de nuevo,
Dentro de mí, en mi corazón que late demostrando que estoy vivo.

El sudor en la almohada al despertar.
El alma deambulando sin saber dónde parar.
Los ojos abiertos en la madrugada que se niegan a cerrar,
como las heridas que siguen sangrando y no terminan de cicatrizar.

Si supiera por dónde empezar la búsqueda...
Pero ni si quiera sé qué me falta,
qué es lo que necesito para volver a retomar la tinta
entre mis manos y dejar que baile libremente al son del sentimiento.

Y seguiré, mientras tanto, mirando al folio en blanco.
Exigiéndole respuestas que seguró no tendrá.
Preguntándole qué o quién se apoderó de mi esencia.
Preguntándome qué me falta para volverme a liberar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario