Tus
ojos son el mar
cuyas olas
me atrapan con fuerza
invitándome a hundirme entre ellas
bailando
a su dulce compás.
Compás
que me arrastra sin remedio
y sin
miedos me dejo llevar
para perderme entre tu aroma
y tus
caricias marinas de sal
de tu
piel salada y morena
que me
envuelve suavemente en sus brazos
mientras
el sol da paso a la luna
ocultándonos
bajo un manto estelar.
La
marea subiendo en la noche
uniéndome
a ti entre oleajes
provocados
por nuestra lucha
de
dulces besos salvajes.
Mas
cuando al fin la calma llega,
después
de tan cálida tempestad,
me dejo
arropar por la arena
y tu
voz susurrándome
adormece
mi alma y me lleva
de
nuevo a perderme en tus ojos,
el mar.