lunes, 27 de enero de 2014

El mar de tus ojos

Tus ojos son el mar
cuyas olas me atrapan con fuerza
invitándome a hundirme entre ellas
bailando a su dulce compás.

Compás que me arrastra sin remedio
y sin miedos me dejo llevar
para perderme entre tu aroma
y tus caricias marinas de sal
de tu piel salada y morena
que me envuelve suavemente en sus brazos
mientras el sol da paso a la luna
ocultándonos  bajo un manto estelar.

La marea subiendo en la noche
uniéndome a ti entre oleajes
provocados por nuestra lucha
de dulces besos salvajes.

Mas cuando al fin la calma llega,
después de tan cálida tempestad,
me dejo arropar por la arena
y tu voz susurrándome
adormece mi alma y me lleva
de nuevo a perderme en tus ojos,

 el mar.


martes, 21 de enero de 2014

El galán

Martín se acicala cada mañana, 
vestido de sonrisas y miradas picantonas
para lindas señoritas y alguna que otra señora
cuyas caras se sonrojan cuando pasan muy cercanas.

Siempre vestido de muy alto punto.
Sombrero de copa y el traje a conjunto.
Perfume de hombre, que no jovencito, 
bien sabe que las mozuelas los prefieren maduritos.

Lleva un buen paso, con mucho salero.
El ritmo en las piernas, la alegría en el cuerpo.
Siempre arrodillado a los pies de bellas damas
desnudándoles el alma con hermosas palabras.

Bellos paseos por parques y prados.
Ramos de flores y hermosos regalos.
Poemas y canciones, bailes muy pegados.
Al final una caricia en el lugar adecuado.

Y algo más que el alma acaba cayendo
en los brazos de este joven, galán y caballero.
¡Ay Martín! No hay mujer que se resista
ante todos tus encantos de sentimiento contrabandista.





sábado, 4 de enero de 2014

Nómada

Tomó un tiempo de descanso
entre líneas sin palabras con caricias sin amor.
Las noches le entregaban el calor por sentimiento
mientras la luna le guiñaba un ojo desde el colchón.

Porque no encontraba labios que encajaran con su alma
ni esas manos que abrazaran a su amiga soledad,
decidió vender palabras cargadas de falsa ternura
a cambio de amor con fecha de caducidad.

Sábanas de hielo seco,
Café, leche y un adiós.
¿Qué menos que un desayuno
Para un polvo del montón?

Un viajero sin destino,
mercader de los placeres,
domador de la locura,
poeta de champán y hoteles.

Amante de desamores
y amado por lo prohibido.
Lo bello que en él quedaba
fue perdiéndose en el olvido.

Y así sigue su camino, regando las flores tristes
con lágrimas enjuagadas en  noches de falsas hadas,
falsa magia.
Susurros disimulados vacíos de significado.
Sin besos que van al alma,
entre luchas de almohadas.

Pues todo lo que él ofrece sólo es amor por un día.
Unas horas de mentiras que saben a poesía.
A licores de lujuria mezclados en el colchón,
dejando sólo el recuerdo de su tacto sin amor.