Supongo que con esta entrada debería presentarme y hacer una breve introducción a lo que viene a ser el blog, cosa que, debo admitir, nunca se me dio especialmente bien. Bueno, soy un chico de 21 años que por motivos personales vuelve a encontrarse de nuevo con la lectura y el gusto por escribir. Hacía tiempo que no volvía al mundo de las letras. Por alguna extraña razón no podía escribir ante el folio en blanco, y tampoco encontraba la motivación necesaria. Ahora vuelve a surgir.
Volviendo un poco al contenido del blog, pretendo escribir experiencias, pensamientos, relatos cortos y poesía. No considero que aquello que escribo esté hecho para satisfacer al lector...no completamente al menos. Podría decirse que escribo en cierto modo para mí, aunque me gustaría compartirlo con los demás. Es algo que siempre me ha ayudado a pensar, a expresar lo que siento aunque deba ser entre metáforas, fábulas e historias (la claridad es algo que estoy empezando a desarrollar ahora a la hora de decir las cosas). Espero que aquellos que encuentren, ya sea por casualidad, ya sea por otras vías, estos escritos, puedan sentirse en cierto modo conectados a ellos (a mí), y que, si de algún modo ayudan a guiar los pensamientos, o tal vez a perderlos-quién sabe-, con eso, quedaré satisfecho. Gracias.
LA DAMA
Le
miro. Le miro mientras sus labios dibujan siluetas de palabras cuyo sonido no
llego a percibir. Le miro y me devuelve la mirada. Mi respiración va perdiendo
fuerza y suavemente va quedando en un leve suspiro a cada espiración. El brillo
de sus ojos queda tatuado en mi pupila y la habitación no se queda más que en
una sombra a mi alrededor únicamente formada por los latidos de mi corazón, que sospechaba no tardaría mucho en detenerse si seguía latiendo a aquél ritmo frenético. El tiempo se detiene mientras ella le desafía con su
grácil movimiento y su manera de apartarse el pelo de encima de los hombros.
Afortunados ellos que pueden notar su tacto día y noche, noche y día. Sigo
perdido en su mirada, atendiendo a cada movimiento, a cada gesto, a su voz, que
no a sus palabras. No soy capaz de centrar mi atención en enlazar dos de éstas juntas
para formar una frase coherente. Ella cruza las piernas sentada y cambia de
posición. Apoya la mano derecha sobre la mesa mientras con la izquierda
sostiene su rostro y, mientras se aproxima ligeramente apoyando su peso sobre la
mesa, su aroma llega fugazmente a mí, a cada resquicio de mi interior, una sola brisa es suficiente, e inevitablemente quedo intoxicado
por esa dulce droga… me pregunto si todo esto no es fruto de un sueño, una ilusión, mi imaginación jugándome una mala pasada...sé que no puede ser irreal, pero siento que se acaba. Que ese momento llega a su final y no tengo el valor suficiente para mirar el reloj y apartar mi estrecha
vigilancia de su presencia por si cuando vuelva a levantar la mirada ella ya no
se encuentra allí y desaparece. Pero la lógica, con su gran peso y maldad, me habla y sé
que por mucho que intente mantenerla allí presente, el tiempo no se ha parado,
ni la Tierra ha dejado de girar, y que de un momento a otro la puerta se
abrirá, me levantaré de la silla, me despediré de aquella dama que desafía las
leyes físicas de mi realidad y, con una sonrisa que oculte mi verdadero pesar a
la despedida, dejaré cerrada una puerta tras de mí que, quizás, no vuelva a
abrirse nunca más.
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